Éste debería de ser el
principio que cada maestr@ debe de aprender a la hora de trabajar con
niñ@s. Estar siempre abierto y presente para aprovechar el momento, todo es una oportunidad de
aprendizaje. Y no me refiero solamente en las clases,sino en el día a día con los niñ@s y también debe
estar reflejado en las diferentes programaciones anuales.
En este caso aproveché el momento que pasaban por Granada
dos grandes yoguis internacionalmente conocidos, Juan Carlos Rosso de la escuela
Iyengar (Venezolano) y Daniela Garza, yoga terapeuta (Méxicana). Ambos maestros
son grandes “voladores” o practicantes
del Acro Yoga.
Les invité a conocer los niños en Iznalloz para
enseñarles a volar, y estaban los dos encantados.
Para volar al estilo Acro Yoga, falta sobre todo confianza, la confianza en uno mismo y en los
compañeros que te van a apoyar en el aire. Es necesario técnica, saber como
colocarte, fuerza y concentración. Es
una gran oportunidad para enfrentarte a tus miedos e inseguridades, trabajar en
equipo y disfrutar plenamente de una sensación de equilibrio y libertad. Las
fotos lo cuentan todo.
Una de las clases más bonitos que hemos compartido. Los niños preguntan por Dani y Juan Carlos todo el tiempo.
Francisco, nuestro alumno con discapacidad intelectual: “¡Maestra, he volado, he volado!”
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